Porqué ahorrar no es bueno


02/07/2015
Autor: Miguel Ángel García Escobar

La gente siempre te recomienda que debes ahorrar. Te dicen que debes llevar un presupuesto para poder saber en qué cosas te gastas el dinero. Muchos asesores te dirán que revisar a detalles los pequeños gastos hormiga que hacen que tu dinero no rinda, pero ahorrar de esta manera, no es tan bueno como parece.

Los corredores de bolsa se encargan de hacer inversiones en la bolsa de valores. Ellos compran y venden acciones y ganan dinero de acuerdo a las fluctuaciones que estas acciones tienen. Es fácil imaginar cómo hacen dinero cuando el precio de las acciones sube. Simplemente compran cuando el precio está barato y venden cuando las acciones están caras. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo es que hacen dinero cuando las acciones van a bajar de precio?

Para esto, los accionistas usan algo que se le conoce como “selling short”, que significa vender cuando andas corto. ¿Qué significa esto? Quiere decir que cuando esperan que el precio de una acción baje, venden acciones que no tienen (o de las que “andan cortos”). ¿Cómo hacen esto?

Para poner un ejemplo supongamos que tu amigo tiene una computadora nueva. Ésta computadora ahorita se está vendiendo en 1,000 dólares. Pero tú sabes que va a bajar de precio en una semana, alguien te dijo que las podrás comprar a 800 dólares. ¿Cómo puedes hacer dinero de esta información? Los accionistas venden corto.

Le pides prestada la computadora a tu amigo por una semana… ¡y la vendes! Ahora tienes 1,000 dólares en efectivo. Simplemente esperas a que el precio esté a 800 dólares, y con el dinero que tienes compras una nueva. Y se la regresas a tu amigo. Y te acabas de hacer 200 dólares en el proceso, sin hacer mucho esfuerzo.

-¡Qué riesgoso! - Probablemente estés pensando. Y lo es. Vender corto es una práctica muy riesgosa en el mundo de las acciones. Pero ¿por qué? Bueno, por el simple hecho de que puede que la información no sea verdad, y que el precio en vez de bajar, suba. Vamos a analizar esto.

Si compras algo esperando a que el valor de precio suba, por ejemplo una obra de arte. Puede que te hayan visto la cara y que al final de cuentas, no valga nada. Lo más que puedes perder es lo que pagaste por ella. Por el contrario, si sube de precio puede que de repente tengas obra una obra maestra y la puedas vender por muchísimo dinero, tus ganancias podrían ser infinitas.

Vender corto es exactamente lo contrario. En el caso de la computadora de tu amigo, puede que de repente baje muchísimo de precio, y las estén dando a $0 dólares. Cuando la compras a ese precio te quedarían los 1,000 dólares por las que la vendiste, se la regreses a tu amigo, y te hayas ganado todo el dinero de la venta. Lo más que puedes ganar es el precio por el que te la compraron. Por el contrario, si el precio empieza a subir, y ahora vale más de lo que te pagaron por ella, perderías dinero. Pero te esperas pensando que es temporal y va a bajar, pero te das cuenta que no baja de precio sino que sube, y como le tienes que pagar a tu amigo tus pérdidas son grandísimas, esperas un poco más pero el precio sube y sube, así que mejor aceptas tu derrota y compras la computadora para devolvérsela a tu amigo. Teóricamente, cuando vendes corto, tus pérdidas podrían ser infinitas.

¿Y qué tiene que ver esto con ahorrar?

Pues que ahorrar, es como vender corto.

Cuando revisas tu presupuesto y tratas de buscar qué opciones puedes reducir o dejar de consumir, en realidad es como vender corto. Tratar de reducir gastos tiene un límite, porque teóricamente lo más que puedes llegar a ahorrar, es el total de tu ingreso.

Esto quiere decir que lo que hay que hacer, es lo contrario. En vez de enfocarnos en reducir nuestros egresos, hay que intentar aumentar nuestros ingresos. Es un análisis algo contra intuitivo, pero enfocarse en los egresos y no en los ingresos es algo tan común en empresas como en individuos.

Porque lo más que puedes ahorrar, tiene un límite. Pero por el contrario, lo que puedes llegar a ganar no tiene límite.